31.8.18
Sobre decir lo que se piensa, liberarse del fantasma del respeto obligado, y matar simbólicamente a quién corresponda.
Tenía ganas de escribir algo que no sea serio.
Es que suelo usar este blog para botar pesos que ando cargando.
Y hoy no me siento tan pesada.
Un hombre que conozco desde hace como... 12 años? por ahí, me contó que va a ser papá. Me muera.
Que emoción y que extrañeza. Le agradecí con el corazón su confianza, y le dije "a veces se me olvida que estamos en edad fértil".
Querré algún día ser mamá?
"Tener hijos nunca ha sido uno de mis sueños, como sé que lo es para otras mujeres"
Ya me puse seria de nuevo.
Y se me vinieron varias cosas del día encima.
Lo dejo aquí.
12.8.18
Confesiones de invierno caluroso
Mi yo del pasado de menos de 15 años, escuchando canciones frente al computador, un Dell de color oscuro. Los pies fríos.
Llorando, desconsoladamente. Buscando letras de todas las canciones, en inglés, español, alemán y japonés para intentar entender qué era lo que me ocurría. Nunca he sido buena para poner en palabras todo lo que siento, a estas alturas comprendo que mi forma de vivir el mundo es más a nivel "instintivo" que otra cosa, y esa es una de las razones por las que me cuesta darle orden. Pero vivo en consecuencia con esos sentires, a pesar de no exponerlos.
Esperaba que algo, alguien mágicamente viniera y me rescatara. Mi llanto fue durante años un grito de auxilio. Necesitaba socorro, protección de cosas que no voy a decir aquí porque recién me está dando el cuero para hablar del dolor.
Esperaba que alguna persona hubiese escrito acerca de lo que me ocurría, más que eso, esperaba poder tener la certeza de que no me ocurría solo a mí, que era una experiencia compartida.
Que otra vez, alguien más podía, de haber vivido esta misma angustia, haberle encontrado una salida o una forma de canalización.
Y veía videos de animé con canciones (AMV's), y meditaba acerca de las emociones y su espectro tan amplio... sobre el amor y el dolor, la posesión y la melancolía. Un torbellino de emociones giraba a mi alrededor mientras respiraba el poco aire que me quedaba dentro de esa intensidad. Los sonidos siempre han movido fibras importantes dentro de mí.
Una muchacha meditando sobre el amor y sus consecuencias. Sobre el honor y sus sentencias. Sobre lo dura que puede ser la realidad a veces. Porque pensaba que era a veces. Y estaba como separada del mundo... bueno, eso es algo que aún conservo, pero es una sensación que aún no logro explicar (ya dije porqué).
Poco sabía entonces. Me parezco tan inocente, tan inútil, tan tan frágil cuando me observo en ese entonces.
Puedo ver mi timidéz y mi miedo, en todos esos desvelos. Puedo verme y comprender que tod@s los seres humanos hallamos vías de escape al dolor, vías de lucha y de resistencia que, especialmente siendo tan joven, son muchas veces inconscientes. Todo se expresa aunque estés pésimo.
Y siento que hubo millones de cosas que no merecí, pero que me llevé cargando por haber nacido mujer, por todo lo que eso significa en este mundo. La toma de conciencia, a cortísima edad, de que las personas no me ven como un igual, no importa cuán buena persona, inteligente, sensible, talentosa o fuerte sea, soy inferior para ellos a un nivel profundísimo, como pre-lingüístico. Y que por eso mismo puedes, si eres mujer, ser utilizada, y menospreciada hasta en tus más bellos anhelos y sueños. El terror de ser mujer. El terror de ser niñ@. El terror de estar en una posición subyugada. El terror de que tu forma de existir no concuerda con la estructura que tiene el mundo, por ser fundado por hombres.
Yo tenía tristeza, muchísima, pero no solo por mi vida personal o mis experiencias del mundo material.
Estaba triste del alma. Y a pesar de haber llorado, me atrevería a decir prácticamente todos los días durante años, tenía estos momentos de claridad, donde las emociones de la humanidad se me presentaban como monumentos enormes, como templos, como muestras de que tod@s estamos ligados, entre nosotr@s y con algo que supera esta realidad de 3 dimensiones.
Estaba proto-meditando, o quizá meditando. Algo de mí sabía, a un nivel que quiero llamar espiritual, que adentrándome en mí misma iba a encontrar respuesta. En este camino la poesía, las letras de canciones, las composiciones, eran como pequeños generadores en esa dirección.
Mi yo del pasado escuchando Queen al mínimo volumen en mi pieza, a oscuras en la madrugada. El qué grupo escuchaba y qué canciones ahora me parece anecdótico simplemente, lo que quiero expresar es lo que surgía, lo que viví. O parte de ello. Lograr por fin hablar de lo que me ha dolido o cómo me ha dolido, que es señal de que una lo tiene más trabajado.
No sé qué pensaría mi yo del pasado viéndome a mí misma ahora. Me imagino algo como "que bueno, sigues viva, pensé que me iba a morir del dolor en algún punto", y quizá "lo que haces no es correcto", así, bien buena para juzgar, jaja.
Dejo aquí algunas de esas canciones que oía de madrugada, y que conservan mucha carga emotiva hasta el día de hoy.
Gracias y buenas noches, o días, o tardes.21.4.18
Aunque es de noche
Esta es la parte en que me autoboicoteo. Quizá porque este día me levanté temprano, quizá porque vino una renovación, quizá porque bajó inspiración de algún lugar sagrado. Quizá es solo mi amor.
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También se sienten a la distancia.
Porque a él no le gustan las cosas fáciles, y a ella le gustan las cosas complicadas.
Soñando todas esas cosas que se le ocurren a una(o) cuando bordea la inocencia del estar enamorado: "Tal vez cuando yo lo(a) recuerdo, él(ella) también me recuerda", aunque sea por un instante, aunque no llegue a enterarse de que he entrado en su vorágine interna, que delincuencialmente me he colado en su quehacer diario, en su abrazo que no puede darme, en su chozita más íntima donde guarda lo que más ama.
Emocionándose los dos cada vez que adentran las manos en ese maldito imposible de amarse de cerca, teniéndose de verdad. Con todo lo irritante que puede llegar a ser el día a día, lo real.
Porque el maldito imposible puede convertirse en una bandera de lucha, siempre y cuando se sea soñador, idealista. Siempre y cuando se amen.
Con los ojos claros puestos en el futuro.
Algo por lo que luchar, algo en lo que creer.
Porque el panorama desalienta.
La verdad no es alentadora, pero es verdad, dijera aquél.
Mientras las noches de ella se plagan de monstruos y de edificios en ruinas.
Y las de él se convierten en madrugadas que nunca descansan.
La noche sin advertencia se apodera de todo. Su oscuridad facilita los secretos humanos, animales, así como también los del destino. Solo la incertidumbre es cierta ahora. La noche es de deseos carnales y también de aquellos que se les ruega a las estrellas fugaces.
La paciencia, cualidad muy poco cultivada hoy en día, es necesaria para sobrevivir. Para ambos.
"Te voy a amar a pesar de lo difícil del camino" como todo lo que sigue su torrente sin detenerse, porque a los latidos del corazón solo los tranca la muerte. ¿O no?
Porque aquello que brilla, brilla aunque es de noche.
22.3.18
Ni todo son espinas, ni todo son rosas
Más allá.
Más allá de la forma,
de toda la madera que nos ata a este mundo.
Hay un cielo lleno de estrellas desconocidas, que susurran tu nombre.
Una libertad que no tiene nombre, y que por ello es verdadera.
Que la voluntad de amar sea superior,
pero sin dejar de amarse uno mismo.
La lucha por encontrar ese balance es para toda la vida.
Tanto por dejar de lado, y tanto que andar. Aunque nadie nos asegura vivir lo suficiente para andarlo todo. A veces se me olvida eso.
Como dice una canción que me gusta mucho "No soy flor de un día, no soy flor. Yo soy arbusto, soy perenne, soy verdor". Soy mujer y me identifico con ello (la forma, de nuevo), pero no soy un ramo de flores que se marchita velozmente. No soy de ir en la dirección del viento, con sus cambios. Me gusta entrar profundo, comprometerme con lo que hago. Me gusta entregar un cierto nivel de estabilidad a las personas que quiero, que puedan contar con mi ayuda, con mi cariño, con mi abrazo, con mi lealtad. No olvido con facilidad, creo que ya lo he escrito antes aquí: es a la vez un regalo y una fuente de dolor.
Como ese árbol de flores violetas.
-Siempre-
No pude mirarte a los ojos, me disculpas por eso? Tenía mucho sentimiento en el corazón como para poder mirarte en una situación así tan... que requería que no se notara, no? Tuve miedo, tuve miedo...
Hay realmente algo indescriptible que nos une?
Un ser querido me habla de "la trampa del amor", en la que una cae, como una presa o algo así.
Le creo, pero no puedo no soñar, no anhelar... no puedo dejar de amar. No puedo dejar de sentir que es lo más valioso de este mundo. No me quiero morir sin haber amado hasta lo más profundo, continuamente.
Y por eso mismo, mi esperanza en esta vida no puede caerse. A veces soy débil, y suelo ser sensible, pero no quiero cesar de creer...
Hay tanto más allá de lo aparente, tantos escenarios posibles, tantos mundos.
Tanto en mi universo interior.
Hoy probablemente veré una de mis películas favoritas de nuevo, la dejo por aquí como recomendación: "What dreams may come" o "Más allá de los sueños". La banda sonora me ha acompañado hoy.
Cariños a tod@s
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