6.8.19

Libros caóticos


He estado en una encrucijada, a través de la encrucijada de alguien más.

Y me ha sorprendido mi calma, casi resignación ante los hechos, pues comprendo que el amor (de verdad) contempla libertad. Y también decisiones, constantes, que reafirmen o debiliten ese amor y compromiso.

La calma en la micro, la calma al trabajar.

El trabajo, por dios. Jamás pensé llegar aquí. Estoy orgullosa de mí misma.

Y fui cortante cuando tuve que serlo.

Las experiencias más dolorosas no pasan en vano, de eso puedo dar cuenta de manera súper seria.

Libera este corazón.


Y lo que más deseo ahora es sentarme a tomar té y conversar.
El círculo de la autodestrucción parece estarse transformando en uno virtuoso.

Mi ansiedad disminuye, mi vida se ve como un continuo con sentido.

Y me encuentro sentada frente a una ventana abierta dándome frescor y calor primaveral.
Observo como el viento mueve la hierba, cada onda es un aprendizaje y una oportunidad.

Nunca alguien había hecho algo así por mí.
Siempre lo mereciste. Lamento que nadie lo haya hecho.

Parece que no te han tratado muy bien. Es que ni te imaginas.

El bálsamo curativo de la bondad de los seres humanos. De la amistad y la entrega.
El perdón que vino a salvarme la vida.

El cómo el amor fraternal y tranquilo sobrepasa todos los límites de mis errores.
Me sentí y siento ahora mismo mejor preparada para pedir perdón. Pero también, y no menos importante, para perdonarme a mí misma. Porque me di cuenta de que la culpa era demasiado pesada en mí, y yo la he alimentado salvajemente.

Las líneas como surcos. Las arrugas que comienzan a asomar. Los ojos de un atardecer tibio.
El erotismo renaciendo en mi cuerpo frío.
Los clichés masculinos que me atraen.

Un balcón tranquilo desde donde mirarnos-mirando las montañas.
Sintiendo el viento. Hablándome de los caminos de luz, de los extraterrestres y de cómo los patrones familiares más dañinos nos marcan, sí, pero no nos definen.

En algún momento miramos al cielo, hace 21 años.

Y que no importaba el desenlace, yo estaría bien. Si esa noche no me hubieses observado silenciosamente. Si esa noche tus pies te hubiesen llevado a otro destino.

La vida se hace mientras la vives. Sip, de verdad se hace el camino al andar.

 Estoy viva y bien jeje Quería dejar algo por aquí.