El valle del paraíso.

El puerto te extraña... te llora cuando no estás... llora a todos los viajeros que lo visitan y luego se van...

Llueve, llueve... llora, llora...
La lluvia destiñó las escaleras... como alguien dijo por ahí... eh?

Puertito querido, cariñoso... omnipresente. Peligroso, incoherente.
Sucio y de mal olor. Con.. "Olor a puerto".

No, viña no le llega ni a los talones, no me hablen weás.
Y si este puerto poético y bañado en colores estrambóticos es demasiado pobre para ti, entonces tú eres demasiado pobre de poesía, sueños e imaginación...para él. Así que está bien si te quieres ir.

El mundo está abierto en sus calles. [Es que el mundo es un mar de posibilidades y/o oportunidades, a cada momento, a cada segundo. Que no todos las vean es otra cosa.]
A veces acogedor de presencia, otras frío y cruel de actuar.

Con su dolor, con su gente cesante, con su gente que no tiene educación.
Con sus maleducados. (Aunque de esos hay en todas partes)
Con las mujeres que cuidan a sus niños...
Con los clásicos ebrios tirados en las avenidas.

No diré que vivo al puerto en todo su esplendor, porque no sería verdad si lo hiciera. Falta tiempo... siempre falta tiempo para conocerlo.

Se merece todo el respeto... aunque esté a medio morir todo el tiempo... aunque su cotidianeidad se base en un caos constante. Se merece cariños y mimos varios. Se merece que lo observes en penumbra... o en amanecer.

Se gana tus ganas.
Crea palabras de tus labios...para él...

Te susurra melodías mientras duermes.
[Todas las ciuades respiran]

Antes de dormir... calla un momento... en la oscuridad... y óyelo. Seguramente tiene alguna historia secreta que contarte.

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Podría estar días escribiendo sobre esto... pero mejor lo dejo ahí. Así más adelante puedo continuar. (:
cofcof ... VACACIONEEES! :D

Y... eso.